Mariano Rajoy ya hizo el más espantoso de los ridículos en la campaña electoral hablando de su niña. Lo hizo una vez y después otra...
Pues ahora, con la subida de impuestos, ha vuelto a recurrir a los niños para apoyar sus argumentos. Ha presentado a un niño que tiene que vivir con el trauma de la subida del precio de “LOS chuches”. ¿LOS chuches? Será LAS chuches. ¿Es que Mariano no sabe que chuches es el diminutivo de chucherías y que es femenino?
Con lo fácil que hubiera sido explicar que la subida de impuestos es contraproducente porque, al haber menos dinero para gastar, se reduce el consumo y la inversión empresarial.
Si se suben los impuestos se vende menos y, al final, se recauda menos IVA. Al reducirse el consumo las empresas venden menos, cierran y se va más gente a la calle.
Si sube la presión fiscal a los empresarios, se reduce la inversión empresarial, se destruye empleo, hay más parados, se recauda menos IRPF y el estado ingresa aún menos para mantenerse y pagar los sueldos de los funcionarios...
Al final todo se reduce a que el estado vive de lo que recauda de los trabajadores, de los empresarios y del IVA.
Pues ahora, con la subida de impuestos, ha vuelto a recurrir a los niños para apoyar sus argumentos. Ha presentado a un niño que tiene que vivir con el trauma de la subida del precio de “LOS chuches”. ¿LOS chuches? Será LAS chuches. ¿Es que Mariano no sabe que chuches es el diminutivo de chucherías y que es femenino?
Con lo fácil que hubiera sido explicar que la subida de impuestos es contraproducente porque, al haber menos dinero para gastar, se reduce el consumo y la inversión empresarial.
Si se suben los impuestos se vende menos y, al final, se recauda menos IVA. Al reducirse el consumo las empresas venden menos, cierran y se va más gente a la calle.
Si sube la presión fiscal a los empresarios, se reduce la inversión empresarial, se destruye empleo, hay más parados, se recauda menos IRPF y el estado ingresa aún menos para mantenerse y pagar los sueldos de los funcionarios...
Al final todo se reduce a que el estado vive de lo que recauda de los trabajadores, de los empresarios y del IVA.
Pues nada, el erre que erre repitiendo “LOS chuches” un montón de veces para hacer el ridículo otra vez.
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