El otro día leí que hablar de la píldora del día después está mal dicho. Por lo visto hay que decir -la píldora del día SIGUIENTE-. No recuerdo las razones, pero era así, si queremos usar el castellano correctamente.
No voy a entrar a discutir los aspectos morales de esta píldora. Todo avance científico es una bendición para la humanidad, si se usa bien.
El único problema es que desde las autoridades se habla precisamente de eso: de UN ÚNICO problema. Se han abandonado todas las campañas para prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y parece que el único y más grave problema que puede derivarse de una relación sexual sin preservación es el embarazo.
No voy a entrar a discutir los aspectos morales de esta píldora. Todo avance científico es una bendición para la humanidad, si se usa bien.
El único problema es que desde las autoridades se habla precisamente de eso: de UN ÚNICO problema. Se han abandonado todas las campañas para prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y parece que el único y más grave problema que puede derivarse de una relación sexual sin preservación es el embarazo.
Esto, es una irresponsabilidad por dos motivos:
1) Se ha tirado a la basura todo el dinero invertido hasta ahora en prevenir ETS.
2) Se presenta la píldora del día siguiente como LA SOLUCIÓN a la vida sexual.
Mucho me temo que aumente el número de relaciones sexuales sin preservativo y aumenten, por tanto, las enfermedades como el VIH o la hepatitis C (cuyo tratamiento es de eficacia muy limitada y tiene muy mal pronóstico).
Recordemos que las principales víctimas de la infección por VIH a día de hoy son las mujeres heterosexuales.
Tal y como está planteada la dispensación y uso de esta píldora, parece que las ETS hubiesen sido erradicadas de la faz de la tierra y viviésemos en un mundo ideal. Lamentablemente, no es así y el uso del preservativo debe ser fomentado, porque evita los embarazos y la transmisión de enfermedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario